Adolfo, si fuera a una corrida de toros, saldría contento si el toro pilla al torero y se lleva una cornada.
Cuando el torero se enfrente al toro, sin un capote, sin banderines y sin espada, y cuando el toro fuera completamente salvaje, sin cuernos limados y redondeados, lo vería equilibrado.
No sé cómo lo haces pero siempre metes la pata.