Recuerdo con cariño una desaparecida cadena de Hamburgueserías que reflejaban esta estética con todo lujo de detalles, casi tantos como este Zippo. Me encanta esta pieza la verdad , pero la de doble cara que presentaste otro día la veo muy superior.
Cuando has contado como la conseguiste con “ayuda de Juanjo y Valter” mi cerebro ha acabado la frase con “y le dimos una somanta palos entre los tres hasta que la soltó” , que cosas tiene la mente humana…