Es que el tío no lo admite, y cuando le dicen que está muy machacado contesta que no, que es pátina del tiempo (del tiempo que se tiró partiendo nueces con él, supongo).
Y la prueba de autenticidad es irrefutable: Un distribuidor se los llevaba a casa y el cobró 12 veces más que uno normal. Eso es de cuando el Dioni era distribuidor de Zippo antes de escaparse con el furgón.
Pues ahí sigue a la venta... como alguien lo compre me suicido.
Saludos.