Hola a todos. Quisiera compartir con ustedes mis experiencias con mi primer Zippo. Como comenté en mi primer post, recibí en un intercambio de regalos en diciembre del 2016 un Zippo. Debo admitir que durante muchos años quise uno e incluso había pasado muchas horas buscando mi Zippo ideal en la web oficial. Sin embargo, siendo ya padre de familia me hice la idea que era un gasto muy banal y que no era posible realizarlo. Entonces con esta premisa nunca pues busqué mayor información como la de partes, recarga, mantenimiento, etc. de estos encendedores. No obstante, decidí pedir uno en el intercambio mencionado y mucha fue la sorpresa de mis compañeros de trabajo al ver que opté por ese regalo ya que no soy un fumador. Es más, no sé ni puedo fumar por haber padecido tuberculosis hace más de 20 años.
Pues bien. Recibí con mucha alegría mi Zippo y con sorpresa más que obvia descubrí que no encendía. Por un momento pensé que venía con una carga gratis de bencina y no fue así (más adelante descubriría que la bencina se evapora). Ya que tengo obligaciones de trabajo y de casa, me era muy difícil en ese momento salir a buscar la bencina así que mientras me hacía un tiempo empecé a hacer algo que debí hacer antes de pedir el Zippo: ver videos de partes, recarga, mantenimiento, etc. Descubrí que el Zippo es literalmente una máquina, que la bencina se evapora, que la piedra se gasta y que la mecha se carboniza. También encontré este foro donde me dijeron muy amablemente que mi Zippo es modelo flammen o flammes (por cierto me parece muy extraño que en la caja no venga ninguna referencia al nombre). Descubrí también el significado de las letras y números grabados que indican mes y año de fabricación.
Vi también videos de trucos con el Zippo, muchos complicadisimos. Recordé también que esa era otra razón por la que quería un Zippo: el prenderlo previa ejecución de un truco. Clasifiqué algunos y en especial quise aprender uno que consistía en abrir el Zippo y recorrerlo entre los dedos desde el índice al meñique ida y vuelta y al final terminar encendiendolo. En menos de una hora practicando me di cuenta de dos cosas: la primera es que el Zippo es algo pesado para los dedos incluso sin bencina (lleno pesaría más) y la segunda es que es una máquina muy frágil.
Esto último lo corroboré de la peor manera ya que practicando se me cayó abierto al piso estando yo de pie. Horrorizado comprobé que ya no cerraba correctamente. Me asusté ya que no lograba componerlo. Volví a los foros y videos hasta que vi que la solución era empujar la bisagra soldada y tras mucha manipulación lo logré arreglar. Era eso o enviarlo a EEUU a que lo arreglen gratis, esta última situación impensable ya que no era posible que por cada avería lo enviara a arreglar a otro país. Decidí que por el bien de mi Zippo los trucos no eran necesarios. Por supuesto que se me cayó un par de veces más y tuve que arreglarlo por mi cuenta.
Hasta que llegó el día que tuve un tiempo para comprar la bencina. Una noche fui al centro comercial más grande de Lima: el Jockey Plaza. Recorrí todas las tiendas de Zippos y suministros y con mucha decepción solo encontré bencinas e una tienda especialista para fumadores. Pero no había de marca Zippo. Encontré de marca Newport. La compré con bastante duda ya que me sentía como un infiel por no ponerle la bencina original. Mientras me la llevaba a mi casa pensé que sería mejor llevarla en un pouch para la correa en lugar de llevarla en el bolsillo o dentro de mi maletín de trabajo. Así, según yo, no se derramaría manchando esas prendas.
Entonces, decidí buscar un pouch. En mi ciudad venden mucha artesanía en cuero y barata. Por ejemplo yo siempre uso un monedero en la correa que me cuesta 2 dólares y me dura años. Pensé encontrar un pouch similar: de cuero, bueno, bonito y barato.
Me recorrí muchas tiendas baratas y caras y no encontré un pouch para Zippo. Ni nuevo ni de segunda. Mi única opción fue entonces comprar una original que aquí cuesta la mitad del Zippo más barato. Fui a una tienda de Miraflores (que a mi me queda bastante lejos) y compré el pouch. De todos los modelos opté por el negro con tapa completa y que tiene un broche para la correa del pantalón. También en esa tienda venden todo para Zippo: bencina, piedras, mechas y por supuesto miles de Zippos. Me arrepentí mas adelante de no comprar nada en ese momento excepto el pouch.
Ya en mi casa cargué el Zippo. Descubrí varias cosas: la bencina Newport huele realmente muy fuerte a gasolina a tal punto que lograba percibir el olor estando mi Zippo dentro del pouch y puesto en mi correa. Segundo, solo dura tres días y se evapora. Tercero, carboniza la mecha en el primer encendido.
Adicionalmente tuve un problema con el pouch: si me arrodillada el broche se soltaba y se me caía al suelo. Afortunadamente este problema lo resolví en una renovadora de calzado dónde cosieron el pouch justo en el lugar del broche. No obstante, el problema de la bencina era muy incómodo. Mi Zippo estuvo varias semanas abandonado colocado en su funda y sin estrenar. No había quemado ni siquiera un papel. Tarde mucho tiempo en ir a la tienda de Miraflores a comprar la bencina original que para mi mala suerte se había agotado (cuesta igual que las genéricas). Esta vez compré las piedras y una mecha. Mi Zippo pasó otras semanas en letargo hasta que pude volver a la tienda. Compré la bencina original y como un niño muy feliz regresé a mi casa a cargar mi Zippo.
En esta ocasión mi Zippo prendía como a la octava rascada. Jalé la mecha con una pinza, corté la porción carbonizada y ahora mi Zippo prende a la primera.
Recién ahora luego de 6 meses puedo encender mi Zippo como en las películas, puedo caminar con él luciéndolo en mi cinturón con mucho orgullo y hasta he prendido un cigarro de un amigo en una reunión.
A pesar de todos los problemas (anécdotas) que he versado, esta máquina me ha regresado a mi niñez. Me he sentido nuevamente como cuando tenía mis carritos o mis muñequitos y jugaba y los cuidaba. Un pequeño tesoro que a pesar de todos los cuidados que hay que prestarle no deja de ser especial y definitivamente no lo cambiaría por un símple encendedor de menos de un dólar aún cuando en una emergencia muy probablemente el Zippo se encuentre con la bencina evaporado o con la piedra gastada.
Un fuerte abrazo amigos.
Saludos desde Lima.