Esta anécdota me la contaba mi amigo Rafa hace unos días. El me ha regalado algunos de los Zippos que tengo y se preocupa de buscarme alguno que otro por ahí. Como es aficionado a las antiguedades, va los domingos por la mañana muuuuy temprano al Rastro de Málaga. Al pasar por una de las mantas que tienen en el suelo con objetos varios, vé un Zippo, en su caja, "uno de esos que se parecen a los Dupont, con cuadritos", me dice. El vendedor estaba en ese momento hablando con un señor y el, para no interrumpir, esperá pacientemente a que acabara la conversación y preguntarle el precio del Zippo. En un momento, un indivio apareció desde detrás de él, se agachó, cogió el Zippo y disparó "¿Cuanto vale esto?. El vendedor se volvió hacia él y le dijo "Dame dos euros". El colega, que llevaba monedas en la mano, le dió los dos pavos y se marchó con él. Todo esto en cinco segundos. La carita que se le quedó a mi amigo, ya os la podeis imaginar, pero ese día aprendió que en un rastro hay que coger el objeto por el que estas interesado, y luego, preguntar.
Moraleja: Me quedé sin el Zippo "de cuadritos"
Un saludo para todos.