Yo he viajado mucho y logicamente el trabajo,y las situaciones personales estables limitan mucho no tanto el hacerlo como hacerlo con tranquilidad.La osadia,la inconsciencia y el empuje de la juventud son maravillosos y hay que aprovecharlos y con mas años creo que se tienen puntos de vista logicamente diferentes sobre algunos aspectos y se pueden disfrutar de forma distinta.
En mas de alguna ocasion he tenido mucha suerte y tengo que decir que mi Angel de la Guarda tiene el cielo ganado por las horas extras que ha tenido que hacer y que sin duda si es hoy tendría una vida plácida y tranquila.
Anécdotas para regalar pero una muy curiosas me sucedió en un viaje a Moscú(cuando la URSS no era una broma)decidimos pasar del primer anillo permitido en ese momento a los turistas a una zona del segundo anillo que tenia la ciudad totalmente vetado(despues nos enteramos de la pena que se ponía y se nos pusieron los pelos como colmillos de tiburon).La idea era buscar una direccion en la que vendían bajo cuerda trenes completos similares al ibertren de una escala determinada a precio ridiculo,tirar todo y quedarnos con las máquinas.Así fue y además compramos un abrigo de piel magnífico cada uno por muy poco dinero mas dos pares de vaqueros levi,s(extras) que llevabamos puestos como nos habian indicado cada uno de talla superior al anterior.Todo perfecto,hicimos una raja en el forro del abrigo y allá fueron a parar las máquinas,y algun detalle mas que no puedo nombrar.Lo mejor es que uno de ellos al darle los levi,s presumia de tener todo lo americano que uno se pueda imaginar(Coca.cola,algunos vinilos pero ya cuando me sacó un zippo y le dije que los coleccionaba casi se echa a llorar con una cara de envidia de libertad que nos llegó al corazón .Nos guiaron los de la propia tienda por los suburbios mas tristes que he visto en mi vida hacia el primer anillo y luego ya solos en nuestro hotel al llegar nos pararon(algo habitual)dos funcionarios hablando un español muy correcto preguntando en donde habiamos estado y donde habiamos conseguido los abrigos.Fue fácil convencerlos de que los habiamos pedido a unos camaradas que dada la amabilidad del pueblo ruso nos los habian regalado para paliar el frio(el resto de argumentos son ilegales y no puedo relatarlos),pero una vez que ya estabamos todos "contentos",nos dijeron que sabian perfectamente adonde habiamos ido y que se castigaba con tres años de prision lo que habiamos hecho asi que cena al canto,vodka y acopio de productos para dejarles de recuerdo.Lo mejor de todo es que en la frontera debian tener ordenes de no tocarnos porque todo era amabilidad.